Museo Nacional de Artes Visuales

Jueves 15 de marzo
19:00 horas
Auditorio

civiles iletrados invita a la presentación a cargo de los escritores Alicia Migdal y Álvaro Ojeda, y con la participación del guitarrista Roberto Más.

Escribe Álvaro Ojeda:
Una de las pocas ventajas que todavía mantiene el poeta, si es un buen poeta, radica en que puede ser alegórico y a la vez puede desmarcarse, hacerse inestable vaivén de decir sobre lo dicho, dejar que por sobre las metáforas que ratifican la alegoría, sobrevuele una condición de frontera, condición que desde que el mundo es mundo, existe para ser sobrepujada.
(...) La masa de hojaldre, sus infinitas hojas de sabor eterno podrían ser otra buena elección para definir el poema en términos generales, y a la poeta en particular, en este trance. Por eso en el poema IV, dice: de quién es este suelo del recuerdo y quién tiene el recuerdo permitido, porque la eternidad confunde y el momento no ayuda, no es un problema de brevedad, es un problema de retención, y el suelo, deberíamos decir, los pies en la tierra dejan al recuerdo, a la evocación, en un tono bajo, pedestre.
(...) El recuerdo, además, no se sabe a quién pertenece, a quién concede el peaje del regreso desde la nube -utilizando términos de la informática- que caerá como lluvia, recuerdo y poema, piensa el lector, hacia el suelo. (...) Cada poema lleva un número por título, por para texto indicial, porque es uno similar en apariencia y a la vez, otro, como el gusto del hojaldre en la boca, que es el mismo y es otro. Un resabio eterno pero momentáneo. La poeta no sabe, pero enuncia.

Escribe Alicia Migdal
Esta puesta al día de Sabela de Tezanos con ella misma es una ofrenda al tiempo y contra el tiempo (temas universales de la poesía que cada poeta individualiza y revela), y a cómo el tiempo "y sus banderas desplegadas", al decir de Antonio Machado, cincelan un estilo. Es el regreso de una mujer que nunca ha dejado de escribir poesía y ahora se narra a sí misma a través de las formas enigmáticas que solo la poesía -la condensación, la forma concentrada en el tiempo- habilita al pudor y a la introspección. Arma un relato. El relato es inevitable porque el orden de los poemas y la orden de la memoria así lo organizan. Estos no son poemas sueltos reunidos. No son poemas de la sola emoción, del embeleso por la desdicha implícita en los actos de recordar y comparar. Son, pavesianamente, un cancionero, una unidad mayor que se explica por el conjunto solidario de uno a otro.
(...) Y así, el viaje hacia el "¿quién eras tú, quién eras?", ese compartir el territorio de Delmira y de Susana Soca, va adquiriendo la levedad poética deseada por Italo Calvino, es decir, precisión y determinación. La tensión hacia la exactitud que Calvino evoca en Paul Valéry. Como en la escena teatral, en El momento infinito el presente es el único lugar de enunciación, a diferencia de la lluvia borgeana que es algo que siempre sucede en el pasado.

Sabela de Tezanos
Es Licenciada en Filosofía por la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación (FHCE), Universidad de la República (Udelar), y Diploma en Gestión Cultural, Universidad Católica de Córdoba, Argentina. Maestranda en Estudios Latinoamericanos (FHCE) y docente de la Facultad de Psicología (Udelar).
Obtuvo Premios Nacionales de Literatura por Palabras sin nombre (Signos, 1989); Los desprendimientos (Vintén Editor, 1991); El libro de Alicia (2000, inédito) y Pliegues en el silencio (Artefato, 2004). Es también autora de Jugar con fuego (Imaginarias, 1995) y de prosa poética publicada en varias antologías en Uruguay y en el exterior.
Durante años se dedicó a musicalizar y conducir espacios de radio en emisoras de Montevideo y coordinó actividades culturales: desde Casa de los Escritores -Primer Encuentro de Literatura Uruguaya de Mujeres-, en la Sala Figari del Banco Central del Uruguay, en el Centro Cultural de España en Montevideo y en el MAPI /Museo de Arte Precolombino e Indígena.

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EDITORIAL | GESTIÓN CULTURAL